El origen del plato data de mediados del siglo XX y procede de la invención de Giuseppe Cipriani en el Harry’s Bar de Venecia, donde habría sido preparado a pedido de una cliente y amiga, la condesa Amalia Nani Mocenigo, a quien su médico le había prescrito comer carne cruda. Por su similitud cromática con las obras del pintor Vittore Carpaccio, cuyas obras se caracterizaban por la profusión de rojo y amarillo, habría sido bautizado de ese modo.
Receta
200 g de solomillo de ternera.
Queso parmesano.
Aceite de oliva virgen extra.
1 limón.
Sal y pimienta.
unas hojas de rúcula.
Elaboración
Congelar la pieza de solomillo pero no del todo es decir, que este bien dura para poder cortar fino pero no congelada del todo.
Cortar laminas muy finas y disponerlas en un plato
Aparte en un cuenco batimos con varillas a mano el zumo de limón, sal, y aceite de oliva
Rociamos la carne con el preparado, granos de pimienta negra recién molida, escamas de parmesano y hojas de rúcula alrededor.